Jesús Chucho García.
Con gran entusiasmo se recibió en las comunidades afrovenezolanas la aprobación en segunda discusión la Ley Contra la Discriminación Racial. Al parecer, ningún diputado o diputada de la derecha o del Proceso Bolivariano hicieron objeción alguna a este instrumento jurídico, aunque en algunos medios de difusión masiva sí realizaron burlas y lanzaron mensajes racista ante este logro legislativo que ya se ha establecido en algunos países como Brasil, Argentina y Uruguay, entre otros.
EL MITO DE LA IGUALDAD RACIAL
Muchos ideólogos, tanto de derecha como de izquierda, habían querido hacer ver al lector desprevenido que en Venezuela, después de la Guerra Federal todos éramos igualitos racialmente, así como en los derechos fundamentales de los seres humanos. Pero la realidad daba y aun sigue dando otra lectura dramática con muchos mensajes racista en los medios de difusión masiva y en las nuevas tecnologías, así como la llamada sociobiología vinculada a la genética, último grito racial del neoliberalismo. En Venezuela, el racismo se profundizó cuando un afrodescendiente llegó a la primera magistratura del poder nacional. Antes que el afrodescendiente de alma blanca, Barack Obama llegara a ser el primer presidente afrodescendiente sin conciencia en Estados Unidos, ya Hugo Chávez, quien llegó al poder en 1998, se asumió como afrodescendiente en el año 2004, en un acto público en el pueblo de Palmarejo, estado Yaracuy en un "Alo Presidente". Eso lo repitió en el primer encuentro internacional afrodescendientes realizado en Caracas en el año 2005. Hay que reconocer que el papel del movimiento afrovenezolano fue importante para que el Presidente se asumiera como tal a través de una estrategia de realfabetización, que también se aplicó al igual para sus ministros (fueran o no afros), aunque algunos de ellos que estaban y siguen en la estructura del Gobierno siguen teniendo su tumba'o racista.
¿Por qué la AN no se opuso?
Esta semana, cuando se realizó la segunda discusión para la aprobación de esta ley, ningún diputado o diputada se opuso a su aprobación. No sé a ciencia cierta cómo estuvo la última votación, pero quienes no se opusieron, o es porque están reconociendo que el racismo es una realidad en nuestro país y se deben poner los correctivos con la buena voluntad y convicción de formar un nuevo venezolano sin prejuicios raciales, o simplemente tuvieron miedo al escarnio público de que lo etiquetaran como racista. Lo cierto es que este nuevo del movimiento afrovenezolano se suma a otros logros, como el decreto presidencial contra el racismo en el sistema educativo, la Ley de Educación del 2009, los avances en políticas públicas, la progresividad del los derechos humanos para todos, donde está incluida la comunidad afrovenezolana. Hoy los nombres de Argelia Laya, Irene Ugueto, Juan Ramón Lugo, Juan de Dios Martínez, y todos los que hoy continuamos sus ejemplos de lucha, no dejaremos que esto sea letra muerta. Hay que crear el Instituto Nacional de la Discriminación Racial.
Pueden consultar el texto original y completo desde: http://redafrodescendientesdevenezuela.com/art54.php
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